Quizá has extraído algún diente en tu practica clínica y ¿que haces con esos dientes? quizá se los regresas a los pacientes o solo los tiras.
Te aconsejo que no lo hagas pues te serán útiles para tus practicas de endodoncia, pero no solo los tienes que guardar y ya, tienes que seguir una serie de pasos antes de guardarlos para que te puedan servir para tus practicas, es decir, tratar de mantener el diente lo mas parecido estructuralmente a como estaba antes de haberlo extraído.
SELECCIÓN DE DIENTES
1.- Se recomienda que los dientes estén recién extraídos, o que hayan permanecido en agua oxigenada desde su extracción.
¿Por que? Cuando pasan mucho tiempo fuera de boca, se resecan y se vuelven quebradizos, ademas de que pierden algunas de sus cualidades como su textura y dureza, al mismo tiempo que el tejido pulpar tiende a endurecerse y actúa como un obstáculo dentro del conducto radicular.
2.- De preferencia el órgano dentario debe de estar sellado anatómicamente, es decir, que no tenga el ápice roto, corona o raíz fracturada, caries o alguna restauración.
Si quieres el diente para hacer alguna otra practica como por ejemplo operatoria dental, puedes ignorar los 2 siguientes puntos, 3 y 4.
3.- No deben tener raíces con curvaturas marcadas , ni deformaciones que impidan su preparación y obturación.
4.- Los conductos no deben estar calcificados ni presentar ningún obstáculo que impida su acceso y exploración.
Para comprobarlo, se colocan varios dientes sobre una placa radiográfica, estándar Nº 2 (periapical adulto) y se examinan.
PREPARACIÓN
1.- Se remueve cualquier tejido ( hueso, calculo o encía ), que esté adherido al diente con un instrumento metálico (Puedes removerlo con una hoja de bisturí teniendo en cuenta que debes tener mucho cuidado de no cortarte).
2.- Lavado.
a) Se deberá lavar con agua y jabón, después hervir durante 30 minutos en partes iguales de agua y cloro o lavarlo con agua y jabón, después dejar el diente remojado con partes iguales de agua y cloro dentro de un frasco cerrado durante una semana, con el objetivo de eliminar microorganismos y al mismo tiempo disolver el tejido blando que se encuentra en el sistema de conductos radiculares.
b) Una vez limpios para que conserven su dureza al tacto, deben ser sumergidos en una solución a partes iguales de glicerina y agua oxigenada, por lo menos, durante 24 horas.
c) Si lo usaras para alguna practica lo secas con una toalla, de lo contrario, deberán permanecer en esta solución hasta el momento del montaje.
Bibliografía.
– De Sousa, Gabriel. Guía de Estudio para 2º año. Tratamiento Endodóntico en Dientes Extraídos, 2003.
