“Luxar” es un término odontológico que se refiere a una técnica específica utilizada para aflojar o separar un diente de su alveolo (el hueco en el hueso donde se encuentra el diente) antes de realizar una extracción dental. La luxación es un procedimiento controlado que permite que el diente se afloje gradualmente, facilitando su extracción con menos fuerza y trauma para el paciente.
Características de la luxación dental:
- Anestesia local: Antes de realizar la luxación dental, se administra anestesia local en la zona donde se encuentra el diente a extraer. Esto asegura que el paciente no sienta dolor durante el procedimiento.
- Instrumentos: Para realizar la luxación dental, se utilizan instrumentos específicos llamados luxadores o elevadores dentales. Estos instrumentos tienen una forma especial y una punta diseñada para aplicar fuerzas controladas en el diente y aflojarlo gradualmente.
- Movimientos suaves: Durante la luxación, el dentista aplica movimientos suaves y precisos para separar el ligamento periodontal que une el diente al alveolo. Esto permite que el diente se afloje progresivamente y se prepare para la extracción.
- Técnica segura: La luxación dental es una técnica segura cuando es realizada por un profesional dental capacitado y con experiencia. Permite una extracción más suave y menos traumática, lo que puede reducir la incomodidad y acelerar la recuperación del paciente.
La luxación dental se utiliza en diversos casos, como extracción de dientes impactados (como terceros molares o cordales), dientes con caries avanzadas o raíces fracturadas. El objetivo es facilitar la extracción y minimizar cualquier daño a los tejidos circundantes.
Después de la luxación dental, el dentista puede proceder a la extracción del diente utilizando forceps u otros instrumentos adecuados para el tipo de diente y la complejidad del caso. Es importante seguir las instrucciones postoperatorias del dentista para una recuperación exitosa después del procedimiento de extracción.
